V Aniversario Alpinex...El plan "Z" Tercera parada

Nuestra ultima parada de este aniversario nos lleva hasta el valle de Benasque. En nuestras mentes ronda gastar nuestro ultimo cartucho en una gran clásica del valle y de todo el pirineo, la sur directa del Pico Abadías.

Con las mochilas cargadas con el material y todo lo necesario más unos pocos de nervios que se han colado por algún bolsillo, marchamos valle arriba hasta el ibón de Cregüeña. Nuestro hotel tiene unas vistas inmejorables sobre de este ibón..

Tres horas y media marca el cartel... ja!!, ya querría ver yo al que puso el tiempo subir con esta mochila...

La subida se hace larga y cada vez que paramos para coger algo de aliento, el paisaje nos regala las vistas del Maupas y su característica placa Cereza-Comet, aún nos parece mentira que el año pasado subiéramos por ahí.

Pero poco a poco y cada uno a su ritmo conseguimos llegar al ibón de Cregüeña y a nuestro hotel para esta noche; el vivac más famoso del pirineo según alguna reseña que hemos leído. Comprobamos a que se debe semejante etiqueta, el lugar merece dicha fama y una larga estancia. 

Nos deshacemos del pesado lastre de la mochilas y marchamos a ver como se encuentra la pared. Según íbamos subiendo hemos ido descubriendo como en los picos más altos había nieve acumulada por ciertas zonas y eso nos tiene algo preocupados...

Lo que descubrimos no nos gusta nada. Una pared oeste con bastante nieve en las repisas como para encontrarnos la vía y las fisuras que la recorren con nieve o agua cayendo. Una retirada complicada para estas fechas del año y lo que es peor nada más ver la pared en esas condiciones aquí el que escribe se ha acojonado y prefiere no tentar a la suerte viendo el panorama tan poco alentador

Intentamos localizar la vía pero desde donde nos encontramos solo conseguimos distinguir el famoso tobogán por donde discurre uno de los largos, y comprobamos como todas las repisas de su alrededor se encuentran con nieve.

Vuelta a nuestro hotel de mil estrellas para replantearnos la situación, solo Mikel le ve algo de color al asunto y como él dice tampoco pinta muy bien. Personalmente el color que le veo es mas marrón "caca".
La pared no parece estar en muy buenas condiciones y la bajada normal de esta vía tampoco parece estar nada bien.
Tras darle más de una vuelta a si escalar o no en esas condiciones hemos llegado a un conclusión, mañana sera otro día...

La mañana se antoja climatologicamente perfecta, solo el viento en las zonas altas molesta en este estupendo día.

Nuestra decisión de anoche nos deja sin la escalada de un tres mil durante este aniversario. No hemos encontrado el valor suficiente como para enfrentarnos a este reto que nos plantean este año los pirineos.
No pasa nada y como de todo se aprende, sacaremos el lado positivo a esta situación, nos esforzaremos en aprender más y así poder bajar con seguridad de este tipo de paredes ante la imposibilidad de seguir para arriba y volveremos con más ganas aún.

De momento nos vamos de paseo volviendo a los orígenes de los Alpinex e intentaremos subir alguna montaña andando, como cuando decidimos aquel año en Goriz quedar todos los años por estas fechas. Así nació todo esto, andando.
  

Consultando el mapa buscamos objetivos "fáciles"; ponemos rumbo a una serie de de tres miles que parecen estar cercanos a donde nos encontramos y en donde no creemos encontrar demasiadas dificultades.
Durante nuestro paseo  hacia alguna cima creamos otro plan para este día, somos especialistas en variar de planes. Prácticamente desde que nos encontramos los tres nada a salido como lo teníamos planeado.

Y así surge la idea de intentar subir cinco tres miles en este quinto aniversario, uno por cada año que lo llevamos haciendo.

Muela D'Alba 3111m

Pico Mir 3184m

Pico Sayó 3211m

Pico Cordier 3263m

Pico le Bondidier 3146m

Vuelta para abajo después de subir cinco montañas y ver el pirineo desde cinco perspectivas diferentes, descubrir lugares nuevos, soñar con futuros proyectos, imaginar próximos aniversarios mientras las piernas aun se hayan cansadas, recorremos el largo valle vuelta a la civilización.

La mente se distancia del rutinario ritmo del caminar y delega en las piernas la vuelta. Mientras nuestros pasos nos llevan camino de vuelta nuestra mente se queda por algún mágico lugar del pirineo, buscando fuerzas y valentía para el próximo reto que este mundo de sensaciones que es la escalada nos quiera plantear.

Hasta pronto Pirineos.