Vía de corte moderno que busca en todo momento la dificultad en su recorrido, muy variada y exigente. Esta vía seguro no te defrauda si es lo que estas buscando.
El segundo largo, plaquero, con bonitos pasos de adherencia y sobre pequeñas cantos. Es imposible perderse en esta ruta. Un camino libre de musgo y suciedad nos marca el rumbo a seguir.
El tercer largo es el de mayor dificultad. Un muro vertical que nada más salir de la reunión nos conduce a la chimenea que abandonamos para cambiarnos a la placa del gendarme que sujeta el Espolón Manolin.
El cuarto largo es una perfecta fisura de dedos que se termina cerrando y nos deja en una placa equipada con parabolts.
A continuación encontramos un pequeño desplome equipado para hacer en Ae o por el contrario unos pasos duros de ahderencia para acabar por una plaquita fácil que nos lleva hasta la ultima reunión de esta exigente ruta.
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